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Cómo la artrosis afecta la calidad de vida de las personas mayores

    La artrosis, una enfermedad crónica y degenerativa que afecta las articulaciones, es uno de los problemas de salud más comunes en las personas mayores. Pero, ¿qué impacto tiene la artrosis en la vida cotidiana de nuestros mayores?
    En este artículo,hablaremos de cómo esta afección puede influir en las actividades diarias, el bienestar emocional y la calidad de vida de las personas mayores, proporcionando también algunas recomendaciones y estrategias para manejarla de la mejor manera posible
    ¿Estás preparado? ¡Vamos allá!

    ¿Qué es la artrosis?

    La artrosis es una enfermedad crónica y degenerativa que afecta las articulaciones, caracterizada por el desgaste del cartílago, lo que causa dolor, inflamación y pérdida de movilidad. Esta condición es más común en personas mayores y puede tener un impacto significativo en su calidad de vida.

    El impacto de la artrosis en las actividades diarias

    La artrosis puede dificultar la realización de tareas cotidianas como caminar, subir escaleras, abrir tarros o incluso vestirse. A menudo, esto conduce a una disminución de la independencia y de la capacidad para participar en actividades sociales, lo que puede afectar negativamente la salud emocional y el bienestar general.

    Factores de riesgo de artrosis en la tercera edad

    La artrosis se asocia con el envejecimiento, pero también hay otros factores de riesgo importantes a tener en cuenta, como los que te mostramos a continuación:

    • Edad: A medida que envejecemos, el riesgo de desarrollar artrosis aumenta. Esto se debe a varios factores, incluyendo el desgaste general de las articulaciones con el tiempo.
    • Sexo: Las mujeres tienen mayor probabilidad de desarrollar artrosis que los hombres, especialmente después de la menopausia. Esto es causado, en parte, por las diferencias hormonales y a factores genéticos.
    • Obesidad: El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo significativos para la artrosis, especialmente en las articulaciones que soportan peso, como las rodillas y las caderas. Además, el exceso de peso ejerce presión adicional sobre estas articulaciones, lo que puede acelerar el desgaste del cartílago.
    • Lesiones y uso excesivo: Las lesiones previas en las articulaciones, ya sea por deportes, accidentes o actividades repetitivas, pueden aumentar el riesgo de desarrollar artrosis en el futuro. El uso excesivo de ciertas articulaciones debido a ciertos trabajos o deportes también puede ser un factor.
    • Genética: Algunas personas pueden tener una predisposición genética a desarrollar artrosis. Si tienes familiares cercanos con esta enfermedad, tu riesgo puede ser mayor.
    • Otras condiciones médicas: Algunas enfermedades y condiciones médicas pueden aumentar el riesgo de artrosis, incluyendo otros tipos de artritis como la artritis reumatoide, enfermedades metabólicas como la diabetes, y ciertas enfermedades congénitas que afectan las articulaciones.

    Diagnóstico y tratamiento de la artrosis en personas mayores

    El diagnóstico y el tratamiento oportuno de la artrosis son fundamentales para controlar sus síntomas, retrasar su progresión y mantener una buena calidad de vida en las personas mayores. 

    Pero, aunque la artrosis es una enfermedad crónica y no tiene cura, con la atención y el cuidado adecuados, los adultos mayores con artrosis pueden llevar una vida activa y satisfactoria.

    Cómo se detecta y maneja la artrosis en la población de la tercera edad

    Diagnóstico

    La artrosis se diagnostica inicialmente a través de una evaluación clínica. Tu médico tomará en cuenta tus síntomas, el historial médico y familiar y realizará un examen físico. Los síntomas comunes de la artrosis pueden verse reflejados en dolor y rigidez en las articulaciones, a menudo empeora después de la inactividad física o al final del día.

    En algunos casos, puede ser necesaria una prueba de imagen, como una radiografía, para confirmar el diagnóstico y evaluar la extensión del daño a las articulaciones. Asimismo, en ocasiones, también puede ser útil realizar análisis de sangre o de líquido articular para descartar otras afecciones.

    Tratamiento

    El tratamiento de la artrosis se centra en controlar los síntomas y mejorar la función articular. No existe un enfoque único para todos, y tu médico desarrollará un plan de tratamiento que se adapte a tus necesidades y circunstancias específicas.

    • Manejo del dolor: El manejo del dolor es una parte importante del tratamiento de la artrosis. Esto puede implicar el uso de analgésicos de venta libre, medicamentos recetados o, en algunos casos, inyecciones en las articulaciones.
    • La fisioterapia: Otro elemento necesario es la fisioterapia, un componente esencial del tratamiento. ¡Y lo mejor! Un fisioterapeuta puede mostrarte ejercicios específicos para fortalecer los músculos alrededor de la articulación afectada, mejorar tu equilibrio y movilidad, y reducir el dolor y la rigidez.
    • Control de peso: Este factor es fundamental, ya que el exceso de peso puede ejercer presión adicional sobre las articulaciones que soportan peso, como las rodillas y las caderas, exacerbando los síntomas de la artrosis.
    • Otros procesos: En casos más avanzados de artrosis, cuando otros tratamientos no han funcionado, puede ser necesaria la cirugía. Esto puede incluir la reparación artroscópica, la realineación de los huesos o, en casos más severos, la sustitución total de la articulación.

    Consejos para aliviar el dolor causado por la artrosis en adultos mayores

    Existen algunas estrategias y técnicas para mitigar los síntomas de la artrosis en personas mayores, como los que te mostramos a continuación:

    1. Mantén un peso saludable: El exceso de peso puede ejercer presión adicional sobre las articulaciones que soportan peso, como las caderas y las rodillas, exacerbando el dolor de la artrosis. Mantener un peso saludable puede aliviar esta presión y reducir el dolor.
    2. Haz ejercicio regularmente: Aunque puede parecer contra intuitivo, el ejercicio regular puede ser una de las formas más efectivas de aliviar el dolor de la artrosis. Los ejercicios de bajo impacto, como caminar, nadar o hacer yoga, pueden fortalecer los músculos que soportan las articulaciones, mejorar la flexibilidad y reducir el dolor.
    3. Usa calor y frío: Aplicar compresas calientes o frías en la articulación dolorida puede ser una manera efectiva de aliviar el dolor. El calor puede ayudar a relajar los músculos y a aliviar la rigidez, mientras que el frío puede ayudar a reducir la inflamación y a aliviar el dolor.
    4. Considera fisioterapia y terapia ocupacional: Un fisioterapeuta o terapeuta ocupacional puede enseñarte técnicas y ejercicios específicos para aliviar el dolor, mejorar la movilidad y fortalecer las articulaciones. También pueden aconsejarte sobre cómo modificar tus actividades diarias para proteger tus articulaciones.
    5. Usa ayudas para la movilidad si es necesario: Si el dolor de la artrosis te dificulta moverte, las ayudas para la movilidad, como bastones o andadores, pueden ayudarte a moverte con menos dolor.
    6. Descansa cuando lo necesites: Aunque el ejercicio regular es importante, también lo es el descanso. Si tus articulaciones están particularmente doloridas o inflamadas, darte un tiempo para descansar puede ayudar a aliviar el dolor.

    Cómo mantener una alimentación saludable para combatir la artrosis en la tercera edad

    Mantener una alimentación saludable es fundamental en todas las etapas de la vida, y la tercera edad no es la excepción. Una dieta equilibrada puede ayudar a controlar el peso, mantener la salud de las articulaciones y aliviar los síntomas de la artrosis.

    Recomendaciones nutricionales para prevenir y reducir los efectos de la artrosis

    Frutas y verduras

    Estas son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes que pueden ayudar a combatir la inflamación, uno de los síntomas de la artrosis. Intenta incluir una variedad de frutas y verduras en tu dieta diaria.

    Proteínas magras

    Las proteínas son esenciales para la reparación y el mantenimiento de los tejidos del cuerpo, incluyendo las articulaciones. Elige fuentes de proteínas magras, como el pollo, el pescado, los huevos y las legumbres.

    Grasas saludables

    Los ácidos grasos omega-3, encontrados en pescados grasos como el salmón, las nueces y las semillas de lino, pueden ayudar a reducir la inflamación y el dolor asociados con la artrosis.

    Granos enteros

    Los granos enteros, como la avena, el arroz integral y el pan de trigo integral, son una fuente importante de fibra y pueden ayudar a mantener un peso saludable.

    Lácteos bajos en grasa

    Los productos lácteos son una fuente importante de calcio y vitamina D, que son esenciales para la salud de los huesos. Si toleras los lácteos, opta por versiones bajas en grasa para reducir la ingesta de grasas saturadas.

    Una correcta hidratación

    Beber suficiente agua es fundamental para mantener las articulaciones lubricadas y saludables. Intenta beber al menos 8 vasos de agua al día, o más si estás físicamente activo o hace calor.

    Limita el azúcar y la sal

    Los alimentos y bebidas azucaradas pueden contribuir al aumento de peso, lo cual es perjudicial para las articulaciones. La sal, por otro lado, puede aumentar la retención de agua y la inflamación.

    Consulta a un dietista o nutricionista

    Si tienes dudas sobre tu dieta o te resulta difícil hacer cambios saludables en la alimentación, considera consultar a un dietista o nutricionista. Pueden ayudarte a elaborar un plan de alimentación adaptado a tus necesidades y preferencias.

    En definitiva, es importante recordar que la artrosis es una enfermedad que se puede manejar con la ayuda de un equipo de atención médica, una actitud positiva y el compromiso de seguir un plan de tratamiento adecuado. 

    Si padeces de ella, ¡no te preocupes! No estás solo en este camino, hay recursos y apoyo disponibles para ayudarte a vivir una vida plena y activa con artrosis.