La empleada del hogar es una profesional cada vez más solicitada y más necesaria. Pero todavía muchos desconocen varias de sus funciones concretas, que no necesariamente han de reducirse o restringirse a limpiar y ordenar la casa. Una empleada doméstica puede ayudarnos en muchos más quehaceres, pues al fin y al cabo, su misión profesional fundamental es hacernos la vida más fácil.
Pero en primer lugar, hemos de saber qué es una empleada doméstica, profesionalmente hablando, ya que se trata de una trabajadora especializada, sujeto de unos determinados derechos y obligaciones, y que ha de desempeñar una serie de funciones y tareas en nuestra casa. Por ello, debemos informarnos bien y familiarizarnos con la naturaleza y cometido de estas profesionales.
¿Qué es una empleada del hogar?
Hemos de saber en primer lugar, que una empleada doméstica se halla definida jurídicamente por la legislación vigente. Es decir: que el marco legal laboral y de la Seguridad Social establece y delimita, por cierto que muy claramente, aquello que es y no es una empleada de estas características.
Por lo pronto, veamos en primer lugar aquellas funciones que quedan legalmente excluidas en la definición laboral y profesional de una empleada de servicios domésticos: de este modo, quedan pues excluidas las siguientes funciones:
- Las relaciones de Derecho Privado que tengan carácter civil o mercantil, y no entren por lo tanto en la esfera del Derecho laboral y de la Seguridad Social.
- Los cuidados y ayudas o asistencia llevados a cabo por familiares, a su vez a cambio de ayuda o de determinados favores. Ello se encuentra definido y regulado por el marco jurídico y legislativo vigente a la hora actual, como relaciones concertadas entre familiares.
- La asistencia sanitaria, incluyendo en este apartado los cuidados de fisioterapia.
- Los cuidadores profesionales a domicilio que hayan sido contratados por instituciones o empresas especializadas, también quedan excluidos de la definición profesional legal de la empleada del hogar.
- Aquellos cuidadores de carácter no profesional que se hallen a cargo de personas dependientes y con pérdida de autonomía personal según la vigente Ley de Dependencia.
- El trabajo que se lleve a cabo o se desempeñe por razones no materiales o pecuniarias, sino de benevolencia, amistad o buena vecindad, pues en este caso tampoco media propiamente, como es lógico y obvio, una relación laboral y profesional empleador-empleado, que es el aspecto central para considerar a alguien trabajadora del hogar.
¿Qué funciones desempeña una trabajadora del hogar?
Además, la empleada doméstica desempeña una serie de funciones, también estrictamente definidas y delimitadas por el marco de las leyes:
- La limpieza de las diversas salas y estancias de la casa o apartamento. Además, ha de gestionar y evacuar los residuos generados en el ámbito del hogar.
- Deberá lavar la ropa y hacer la colada.
- Deberá limpiar las zonas exteriores de la casa, tales como el patio (si este se corresponde con una vivienda unifamiliar), el jardín.
- Deberá ocuparse del aseo de la cocina y de los baños, zonas, como se sabe, especialmente susceptibles de deteriorarse por el mucho uso cotidiano.
- Cambiar las ropas de cama y hacer las camas, entre otras funciones domésticas que se le encomienden: así por ejemplo, tender la ropa, ordenar los cajones y armarios, etc.
- También puede cuidar de los niños y de las personas ancianas de la casa, si bien en estos casos concretos lo más recomendable es contratar profesionales especializados en tales quehaceres.
- Cuidado de la mascota, a la que sacará de paseo también cuando sea necesario.
- También puede ir a recoger a los niños y llevarles allí.
Ventajas de contratar a una empleada del hogar
Las ventajas de contratar a una empleada doméstica son bien patentes, pues nos harán la vida fácil en todos los aspectos. La empleada de hogar es esa ayuda que necesitamos cuando nos desborda la compaginación entre nuestra vida laboral y la vida familiar, con las diversas tareas de la casa.
