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Cáncer de pulmón: ¿cómo prevenir y reducir el riesgo?

    Cáncer de pulmón, cómo prevenir y reducir el riesgo

    El cáncer de pulmón se origina por el crecimiento descontrolado de determinadas células pulmonares que puede iniciarse en las vías respiratorias y que se ramifican a la tráquea o alveolos, lo que llamaríamos cáncer pulmonar primario. La mayoría de los cánceres de este se originan en esta categoría, siendo menos habitual el cáncer de pulmón metastásico.

    Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer de pulmón se sitúa en tercer lugar como el tumor más frecuente tanto en hombres como mujeres y ser uno de los más mortíferos a nivel mundial, cifras para las que son determinantes la prevención y un diagnóstico precoz.

    El 17 de noviembre se celebra el Día Internacional del Cáncer de Pulmón, momento para recordar que cerca del 85% de los casos están asociados al tabaco y otras sustancias nocivas lo que se estima que sean cerca de 30.000 personas, en la actualidad, las afectadas por esta enfermedad en nuestro país.

    Como hemos señalado, la prevención es crucial para evitar el desarrollo del cáncer pulmonar y en este día queremos concienciar sobre los factores de riesgo asociados directamente a su aparición. Como sabemos, el tabaquismo es la principal fuente de alimentación del cáncer de pulmón.

    Factores de riesgo cáncer de pulmón

    – Fumar: el consumo de tabaco es la principal causa de la aparición de este tipo de cáncer, pues un 85% de todos los casos se debe a este mal hábito. Sin embargo, entre un 15% y un 20% de las personas que desarrollan cáncer de pulmón nunca han fumado o han fumado muy poco.

    – Contaminación atmosférica: en el aire circulan partículas, como por ejemplo el humo de los combustibles fósiles, que ejercen un efecto nocivo para nuestra salud y son responsables de más de 250.000 casos de muertes de cáncer de pulmón a nivel global.

    – Exposición al radón doméstico: el radón es un gas que se encuentra en el aire y ciertas partes de la vivienda, como puede ser el suelo sobre el que se asienta el inmueble o en cables y tuberías.Se trata de un gas incoloro que emana de los materiales del lecho y se filtra a través del suelo, propagándose en el aire.

    – Asbesto: el polvo de asbesto es un material que aumenta las probabilidades de desarrollar cáncer pulmonar. Personas que trabajan con textiles, en la mina o astilleros, corren mayor riesgo de padecerlo.

    – Otros agentes cancerígenos: en lugares de trabajo donde se manipulan ciertos materiales como el uranio, productos de combustión diésel u otras sustancias químicas provenientes de la industria, ponen en riesgo su salud si no se limita su exposición.

    Síntomas que detectan cáncer de pulmón

    El cáncer de pulmón en general no advierte ningún síntoma o son muy inespecíficos, es por ello que su detección se da en estado avanzado de la enfermedad. Síntomas como la pérdida de apetito o de peso, cansancio, dolor de tórax y debilidad, pueden ser un indicio de cualquier otra enfermedad. En estos casos, pueden aparecer algunos síntomas como consecuencia del mayor tamaño del tumor, en cuyo caso suele aparecer:

    • Tos persistente con o sin expectoración.
    • Sangre en el esputo.
    • Sensación de falta de aire.
    • Silbidos en el pecho.
    • Pérdida de apetito.
    • Cansancio o debilidad.
    • Ronquera.

    No obstante, si el cáncer llega a propagarse a otras partes del cuerpo puede causar síntomas específicos como:

    • Dolor en los huesos (en la espalda caderas).
    • Inflamación de los ganglios linfáticos del cuello o por encima de la clavícula.
    • Alteraciones del sistema nervioso a causa de la propagación del cáncer al cerebro.
    • Coloración amarillenta de la piel y los ojos que se debe a la metástasis del cáncer al hígado.
    • Hinchazón de los ganglios linfáticos como las del cuello o por encima de la clavícula

    Diagnóstico y detección precoz del cáncer de pulmón

    Para su detección es necesario realizar una serie de pruebas diagnósticas incluso antes de que presente algún tipo de sintomatología.

    – Tac y radiografía de tórax: suele ser la primera prueba para detectar un tumor pulmonar.

    – Analítica general

    – Resonancia magnética

    – Pruebas respiratorias

    – Endoscopias

    – LDCT: una prueba conocida como tomografía computarizada de baja dosis que puede ayudar a encontrar áreas anormales en los pulmones que pueden ser cáncer.

    El cáncer de pulmón cuando se es mayor, puede ser tratado de igual forma que si se tratase de una persona más joven. Hablamos de la aparición de la enfermedad en personas mayores de 80 años cuya salud puede verse mermada por otros problemas o enfermedades crónicas que complementan a la aparición del cáncer de pulmón, y no de la mejor manera.

    En estos casos, se debe tener en cuenta la salud general de la persona mayor y otros factores.  Aunque la edad no es determinante, si se debe tener en cuenta a la hora de aplicar distintos tratamientos, su recuperación y de qué manera influirá en su calidad de vida. Las personas afectadas por un cáncer de pulmón, suelen recibir quimioterapia o radioterapia.