Saltar al contenido

¿Por qué es importante que las personas mayores realicen una buena actividad física?

    A medida que avanzamos en la vida, nos damos cuenta de que cada etapa tiene sus propios desafíos y recompensas. La tercera edad, a menudo vista como un período de descanso y reflexión, es también un momento crucial para cuidar nuestro bienestar físico y mental. 

    En este artículo, nos adentraremos en la importancia de mantenernos activos en la tercera edad, descubriendo los beneficios que aporta al corazón, la mente y el alma.

    ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!

    Beneficios de realizar deporte en la tercera edad

    • Salud del corazón: Al mantenerse activos, las personas mayores pueden fortalecer su corazón, mejorar la circulación y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y derrames cerebrales.
    • Fortaleza y equilibrio: La actividad física refuerza los músculos y mejora el equilibrio, lo que disminuye el riesgo de caídas y fracturas, comunes en esta etapa de la vida.
    • Salud mental: El ejercicio no solo es beneficioso para el cuerpo, sino también para la mente. Ayuda a liberar endorfinas, que mejoran el estado de ánimo y reducen síntomas de depresión y ansiedad.
    • Autonomía: Una de las cosas más valiosas para muchas personas mayores es la independencia. Al mantenerse en forma, pueden seguir realizando sus actividades diarias sin ayuda y mantener su autonomía por más tiempo.
    • Prevención de enfermedades: La actividad física regular puede ayudar a prevenir o controlar enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión o la osteoporosis.
    • Flexibilidad y movilidad: A través de ejercicios de estiramiento y movilidad, las personas mayores pueden mantener o incluso mejorar su rango de movimiento, facilitando actividades cotidianas.
    • Interacción social: Realizar actividades en grupo, como clases de baile o grupos de caminata, ofrece una excelente oportunidad para socializar, crear nuevos lazos y fortalecer relaciones.
    • Mejora del sueño: El ejercicio regular favorece un sueño más profundo y reparador, algo esencial para la recuperación y energía diaria.
    • Control de peso: Con la edad, el metabolismo tiende a disminuir. El ejercicio ayuda a quemar calorías y a mantener un peso saludable, reduciendo la carga en articulaciones y órganos vitales.

    El impacto del ejercicio en la salud mental y emocional de las personas mayores

    Liberación de endorfinas

    Al hacer ejercicio, nuestro cuerpo libera endorfinas, conocidas como las «hormonas de la felicidad». Estas nos ayudan a sentirnos más alegres, relajados y con una sensación general de bienestar.

    Reducción del estrés y la ansiedad

    El ejercicio actúa como un antídoto natural contra el estrés y la ansiedad. Al moverse, las personas mayores pueden liberar tensiones, despejar la mente y sentir una profunda sensación de calma.

    Combate la depresión

    Estudios han mostrado que la actividad física puede ser tan efectiva como algunos medicamentos para tratar la depresión leve a moderada. Mantenerse activo aumenta la producción de serotonina, que juega un papel crucial en el estado de ánimo.

    Mejora de la autoestima

    Al lograr metas físicas, ya sea caminar un poco más cada día o aprender una nueva rutina de baile, las personas mayores sienten un aumento en la confianza en sí mismas y en su autoestima.

    Estimulación cognitiva

    Ejercicios que requieren coordinación, equilibrio o aprendizaje de rutinas, como el tai chi o el baile, ayudan a mantener el cerebro activo y ágil, lo que puede retrasar o incluso prevenir el inicio de enfermedades neurodegenerativas.

    Mejora del sueño

    Una buena sesión de ejercicio ayuda a conciliar el sueño con más facilidad y a disfrutar de un descanso más profundo y reparador.

    Fomento de relaciones sociales

    Las clases de ejercicio en grupo o las caminatas en parques ofrecen la oportunidad de socializar, compartir experiencias y fortalecer lazos de amistad, lo que a su vez combate la soledad y el aislamiento.

    Sentido de pertenencia y propósito

    Al unirse a clubes o grupos deportivos, los adultos mayores pueden sentirse parte de una comunidad, dándoles un renovado sentido de propósito y pertenencia.

    La alimentación para una buena actividad física 

    ¿Por qué es tan importante prestar atención a lo que comemos si estamos activos físicamente? Por lo siguiente: 

    • Energía para el movimiento: Justo como un coche necesita gasolina de calidad para funcionar, nuestro cuerpo necesita nutrientes para realizar actividades. Por ello, una dieta balanceada nos proporciona el combustible necesario para correr, nadar, bailar y hasta para pensar.
    • Recuperación post-entreno: Después de un buen entrenamiento o actividad física, los músculos necesitan repararse. Proteínas, grasas saludables y carbohidratos son esenciales para ayudar en este proceso y para que estés listo para la próxima aventura.
    • Fortalecimiento de huesos y músculos: Calcio, vitamina D, proteínas y otros nutrientes son fundamentales para mantener huesos fuertes y músculos tonificados, evitando lesiones y garantizando una mejor calidad de vida.
    • Hidratación: El agua es esencial para todas las funciones del cuerpo. Durante el ejercicio, perdemos líquidos a través del sudor, por lo que es vital reponerlos para mantener el rendimiento y evitar la deshidratación.
    • Mejora del rendimiento: Una alimentación adecuada mejora la resistencia, la fuerza y la concentración. Si tu cuerpo tiene los nutrientes que necesita, podrás rendir más en tus actividades y disfrutarlas al máximo.
    • Control de peso: La combinación de una dieta balanceada con actividad física es clave para mantener un peso saludable, lo que a su vez beneficia a la salud general y reduce el riesgo de enfermedades.
    • Bienestar general: Una buena alimentación no solo impacta en el rendimiento físico, sino también en el emocional y mental. Nos sentimos más ligeros, con mejor ánimo y con una actitud más positiva hacia la vida.

    El papel de la familia y los cuidadores de personas mayores en la motivación al ejercicio

    A veces, puede ser un desafío motivar a nuestros seres queridos a moverse y ejercitarse. Aquí es donde el apoyo de la familia y los cuidadores se convierte en una pieza clave. 

    Por ello, es fundamental tener en cuenta lo siguiente: 

    • El poder del ejemplo: Cuando un adulto mayor ve a su familia involucrada en actividades físicas, es más probable que se sienta inspirado a unirse. ¡Haz que el ejercicio sea un evento familiar! Un paseo juntos o una pequeña rutina de estiramientos puede ser un excelente comienzo.
    • Seguridad ante todo: Los adultos mayores pueden sentir temor de lastimarse. Al estar a su lado, proporcionando un ambiente seguro y una supervisión cuidadosa, ese temor puede disminuir.
    • Establecer rutinas: La consistencia es clave. Establecer horarios fijos para ejercitarse, como caminar después de la cena o hacer ejercicios de silla todas las mañanas, puede crear hábitos saludables.
    • Celebrar cada logro: ¿Tu ser querido mayor o al que cuidas caminó cinco minutos más que ayer? ¡Celebra! Reconocer y festejar cada pequeño avance es esencial para mantener la motivación alta.
    • Escuchar sus necesidades: Tal vez tu ser querido prefiere bailar en lugar de caminar o hacer yoga en lugar de aeróbicos. Escucha sus preferencias y adapta las actividades a ellas.
    • Inclusión social: El ejercicio puede ser también una oportunidad para socializar. Las clases de baile o los grupos de caminata son oportunidades perfectas para que los mayores se relacionen y compartan con otros.
    • Educar y concienciar: A veces, simplemente conocer los beneficios del ejercicio puede ser un motivador. Comparte información sobre cómo la actividad física mejora la salud, el bienestar emocional y la calidad de vida.

    Ser paciente: Es posible que al principio encuentres resistencia. Pero recuerda, la paciencia y la persistencia suelen dar sus frutos. ¡No te rindas!