En este artículo, nos gustaría hablar sobre un tema que, aunque común en la tercera edad, no es abordado con la frecuencia que se merece: la desorientación en las personas mayores.
Como sabemos, la desorientación puede presentarse de muchas formas, desde no recordar una fecha importante hasta no reconocer un lugar familiar. Entender este fenómeno es el primer paso para poder ayudar a nuestros seres queridos y, por qué no, a nosotros mismos.
¿Quieres saber más? ¡Vamos allá!
¿Qué es la desorientación?
La desorientación es una alteración que afecta la capacidad de una persona para reconocer el tiempo, el lugar o las personas que la rodean. Especialmente en los adultos mayores, este fenómeno puede surgir de diversas situaciones, desde alteraciones cognitivas hasta efectos secundarios de medicamentos.
¿Cuáles suelen ser las causas de este fenómeno?
Antes de entrar en pánico, es fundamental identificar las posibles causas detrás de la desorientación. Algunas de ellas pueden ser:
- Enfermedades neurológicas: Como el alzheimer y otras demencias, que afectan la memoria y la orientación temporal y espacial.
- Alteraciones emocionales: La depresión y la ansiedad pueden influir negativamente en nuestra orientación.
- Medicamentos: Algunos fármacos pueden tener como efecto secundario la desorientación.
- Infecciones: Las infecciones urinarias, por ejemplo, pueden provocar episodios de confusión en los ancianos.
Prevención y estrategias de apoyo
¿Cómo podemos ayudar a prevenir la desorientación y apoyar a las personas que la experimentan? Aquí te presentaremos algunas de las estrategias más destacadas:
- Mantén una rutina diaria: Establecer una rutina ayuda a orientar a la persona en el tiempo y reduce los episodios de confusión.
- Iluminación adecuada: Una buena iluminación puede ayudar a reducir la desorientación, especialmente durante la noche.
- Señalizaciones claras: Colocar señales claras y visibles en lugares estratégicos de la casa puede ser de gran ayuda.
- Ejercicios mentales: Fomenta la realización de ejercicios mentales para mantener activo el cerebro.
- Evitar el aislamiento social: Fomenta la interacción social, ya que esto puede ayudar a mantener una buena salud mental y reducir los episodios de desorientación.
Consejos a la hora de tratar a una persona mayor en esta condición
Es fundamental abordar estos episodios con paciencia y comprensión. Aquí algunos tips:
- Empatía: Ponerse en el lugar del otro es esencial para entender sus miedos y angustias.
- Comunicación efectiva: Habla de manera clara, sencilla y positiva.
- Espacio seguro: Crea un ambiente seguro y tranquilizador, evitando situaciones de estrés o presión.
¿Qué profesionales nos pueden acompañar en estos casos?
La desorientación en personas mayores puede ser tratada por varios especialistas, dependiendo de la causa subyacente del problema. Aquí te presentamos una lista de especialistas que pueden estar involucrados en el diagnóstico, tratamiento y manejo de la desorientación en adultos mayores:
- Geriatras: Son médicos especializados en el tratamiento de enfermedades y afecciones comunes en los adultos mayores. Tienen la formación necesaria para abordar problemas complejos y multifactoriales como la desorientación.
- Neurólogos: Estos especialistas pueden intervenir si la desorientación está relacionada con problemas neurológicos, como la demencia, enfermedad de Alzheimer o Parkinson.
- Psiquiatras: Se involucran cuando la desorientación está asociada a trastornos mentales, depresión, ansiedad o delirios.
- Psicólogos: Los psicólogos clínicos pueden ayudar en el manejo de síntomas de desorientación que están asociados con problemas emocionales o psicológicos.
- Médicos internistas: Estos profesionales son aptos para tratar una amplia variedad de afecciones y pueden ser el primer punto de contacto para abordar casos de desorientación y dirigir al paciente hacia el especialista más adecuado.
- Endocrinólogos: Si la desorientación está relacionada con problemas hormonales, un endocrinólogo puede ser el profesional adecuado para tratar a la persona.
- Urgenciólogos: En situaciones de desorientación aguda y severa, los médicos que trabajan en los servicios de urgencias podrán estabilizar al paciente y coordinar la evaluación con otros especialistas según sea necesario.
- Trabajadores sociales: Aunque no son médicos, pueden intervenir para asegurar que la persona mayor reciba el apoyo necesario en el hogar y para coordinar los cuidados entre los distintos especialistas.
Recursos disponibles
¿Sabías que existen numerosos recursos tecnológicos diseñados para asistir a las personas mayores que experimentan episodios de desorientación? Dichos recursos pueden abarcar desde aplicaciones móviles hasta dispositivos wearables. A continuación, te describimos algunos de estos recursos:
Localizadores GPS
Permiten conocer la ubicación en tiempo real de la persona mayor, resultando útiles para casos de desorientación severa.
Terapias con realidad virtual
Pueden ser utilizadas para entrenar a las personas mayores en el reconocimiento espacial y otras habilidades cognitivas.
Sistemas de domótica
Permiten el control automatizado de diversos elementos del hogar, facilitando la vida de las personas mayores.
Juegos para entrenamiento cerebral
Existen aplicaciones y videojuegos diseñados para estimular distintas áreas del cerebro, ayudando a mantener las habilidades cognitivas.
Consultas virtuales
Facilitan el acceso a atención médica desde el confort del hogar, una herramienta fundamental para el seguimiento y tratamiento de afecciones que pueden provocar desorientación.